Hoy, jueves 1 de octubre, se conmemora el “Día Internacional de las personas mayores”.Esta frase u otras parecidas, solemos decir a las personas mayores cercanas, queridas, madres o padres que nos cuentan una y mil veces la misma anécdota, o batallita o agravio recibido o los mil amores que pudieron tener pero que no cuajaron. No una, sino miles de veces. Y por qué lo repiten tanto? ¿Y por qué nos sacan muchas veces de quicio?

Quizás porque a nosotros también nos trastorna mucho el paso del tiempo tan escandaloso y el cambio que ha experimentado la persona mayor, y aunque intelectualmente lo aceptamos, anímicamente nos cuesta digerirlo. Nos descolocan con el cambio de la relación aumentado con lo que cada persona ya lidia. Sobre todo si hablamos de nuestros padres mayores, muy mayores.

¿Igual crees que no me he enterado o que no te presto atención? Ahora ya no te apetece estar con las personas con las que antes disfrutabas. ¡Si no han cambiado tanto! Antes no lo hacías o yo no lo había notado pero no queda títere con cabeza. ¿Por qué confundes a tu marido con tu hijo o con tu padre y a mi con mi hija y a todos con todos? ¿Por qué me echas la bronca a la mínima que puedes? ¿Por qué me montas un pollo increíble por nada, me dejas super frustrada y al día siguiente me hablas como si nada? ¿Realmente has podido archivar tan rápidamente semejante bronca? ¿Quizás sea yo la que provoca esta situación?

Alguna vez os ha pasado algo similar? Alguna vez os habéis sentido culpables o muy mal por tomar sus palabras como agravio y totalmente personal? ¿Y a veces os habéis pillado respondiendo de mala manera a un padre debido al estrés que nos ha producido su charla?

Si eres sensible, que seguro que lo eres, te sentirás fatal por este carrusel emocional, si no culpable. Sin embargo, no es otra cosa que la vida misma que no para ni un momento y no nos da tregua para reflexionar, calmarnos y volver a retomar la situación como debe ser, con serenidad, con todo nuestro amor, admiración, comprensión, compasión y ternura hacia esa madre/padre que hace dos días te reñía porque le soltabas la mano al pasar la calle.

Mucho ha llovido desde entonces, para ellos y para nosotros. Encima todos hemos vivido el confinamiento y con situaciones que lo empeoraban como la lejanía, soledad, impotencia, obviando la enfermedad que si te ha tocado, lo habrá arrasado casi todo.

Sin embargo, creo que una vida cada vez más longeva debe traer consigo mayores oportunidades para los mayores, empezando por un tiempo libre de calidad sin patologías limitantes. Aumentar la conciencia en la prevención en la salud es una asignatura que todos debemos aprobar y en especial, los mayores. Un tiempo para hacer cosas que no han podido ni soñar hacer por la falta del elemento más valioso que tiene la humanidad, el tiempo. El mirar atrás como única solución es producto de no tener a mano ningún presente o futuro a corto ilusionante. Desde que entramos en la edad laboral, a la vez que trabajamos, debemos ir aprendiendo y fomentando un ocio saludable, alguna actividad que nos llene especialmente, y que muy probablemente tenga que ver con nuestro talento innato y oculto tantos años. Todas estas carencias las debemos resolver la sociedad en activo, los Gobiernos de cualquier signo, las sociedades humanitarias, y la propia familia.

Que el día de hoy sirva para hacernos reflexionar sobre lo que cada uno puede aportar al bienestar de las personas mayores, entrando en su mundo sin hacer ruido y con los deberes del equilibrio personal, ya hechos. Solo se puede dar lo que se tiene. Por eso hay que cargarse de amor para poder darlo sin medida. El contacto con la naturaleza, con un animal de compañía, estar a solas con uno mismo un ratito o realizar prácticas de relajación de cualquier índole, ayudan.

Por puro agradecimiento a todo lo que nos han dado, vamos a intentar crear entre todos un entorno saludable, amable e ilusionante para nuestros mayores. Hacia ese lugar caminamos todos. Pisemos la tierra pero miremos a las estrellas.

¡Feliz día de los mayores!

 July Echevarría Núñez
Directora ANP Inmobiliaria