Las casas-palacio son un tipo de vivienda característico de la nobleza andaluza. Su origen se sitúa entre los siglos XV a XVII y surgen como consecuencia de diversos hechos históricos como la prosperidad alcanzada gracias al comercio con el nuevo continente, la creación de la nueva figura de los cargadores de indias, etc.
A partir del siglo XVIII este progreso económico aumenta con la emergente industria bodeguera local, especialmente en Jerez de la Frontera, con gran tráfico entre esta población y Gran Bretaña, propiciando el florecimiento y desarrollo de una peculiar arquitectura doméstica.
Hasta bien entrado el XIX seguimos viendo algunas construcciones que conservan su esencia. La mayoría están edificadas sobre tres plantas, siendo el patio, en la planta baja, el elemento distintivo y común a casi todas ellas.
El patio es un elemento muy representativo de la categoría de cada casa al que se le presta especial atención ya que se vislumbra desde la calle y al cual se accede mediante un zaguán con pórtico. En la entrada principal de la vivienda se coloca el escudo de familia.
Los mejores patios son muy amplios y señoriales, con elegantes columnas y escalera con balaustrada de mármol que da acceso a la planta noble, sirviendo de distribuidor a las habitaciones construidas a su alrededor. En el patio se recibía, por lo que la primera impresión ofrecida al invitado era fundamental para el logro de posibles negocios.
En el centro del patio había plantas ornamentales de gran belleza e incluso algún árbol que proporcionaba luz y frescor a toda la casa que se organizaba en su perímetro.
En la planta baja solían estar los almacenes, convertidos más tarde en oficinas, y en la primera planta las habitaciones señoriales. La planta superior se reservaba para el servicio y el acceso a la azotea.
En la provincia de Cádiz tenemos la gran suerte de contar con vestigios de aquella época. Y las casas-palacio, por su singularidad, se han ido manteniendo. Se trata de casas llenas de historia, arte y buen gusto, en distintos grados de conservación pero con su esencia bien presente.
Encontramos casas en venta que tienen un gran atractivo para personas especiales. Azulejos que fascinan, suelos y techos originales, columnas en el patio central de estilo neoclásico, fachadas que nos trasladan a otras épocas, interiores que asombran. En definitiva, un espacio que nos invita a querer salvar su historia o a envolvernos en esa historia desde una posición actual y moderna.
La mezcla no puede ser más atractiva. Para aquellos que quieran poseer una casa de estas características y disfrutar de su historia, arte y belleza, les ofrecemos unos exclusivos inmuebles en venta que cubrirán ampliamente sus expectativas.
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